La madera es uno de los materiales más elegidos para los pisos del hogar. Además de aportar distinción y calidez, también tiene propiedades que colaboran en el mantenimiento de temperaturas óptimas en un ambiente.
También se trata de un material de gran resistencia y duración pero requiere de ciertos cuidados, especialmente en las épocas de bajas temperaturas. Esto se debe a que tiene propiedades higroscópicas, las que provocan que la madera absorba y exhale la humedad del ambiente. La madera se dilata al aumentar la humedad y se contrae cuando disminuye. Lo mejor es mantener una temperatura de 20 grados y una humedad de entre el 45 y el 65%.
Por eso, ante una alteración brusca de la misma, la madera puede sufrir consecuencias.Por ejemplo, cuando la humedad desciende y se mantiene en su nivel más bajo durante varias jornadas, la pérdida es excesiva y notoria y así la madera se contrae y hacen su aparición las juntas.
Para hacer frente a este inconveniente, algunas de las medidas a tomar son:
** Valerse de un humidificador
** Ventilar el ambiente
** Colocar plantas en la habitación y regarlas con frecuencia ya que ayudan a conservar un nivel estable de humedad.
** Es conveniente que los aparatos de calefacción o aire acondicionado no estén ubicados en la misma habitación en donde haya pisos de madera. Pero en caso de que sea necesario, no hay que dejar de seguir las medidas anteriores para preservar los pisos.
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